Compuesto de veinticuatro poemas atravesados por la muerte como tema principal, Amarillo
lázaro aborda la pérdida del padre en un modo poético-teatral, donde se logra entrever la fusión
de la poesía con la dramaturgia. En esta obra se reflexiona sobre el sentimiento de la pérdida,
de la nostalgia y, por sobre todo, del enigma de la trascendencia.
No te calles
ni me mires
con esos ojos verdes que heredaste de los pájaros
ni me digas:
«Ardió, se hizo polvo y nada más»