Este libro se ha convertido en obra de referencia indiscutible sobre los evangelios gnósticos. En él, la profesora Pagels revela las numerosas discrepancias que separaban a los cristianos primitivos en torno a los hechos mismos de la vida de Cristo, el sentido de sus enseñanzas o a la forma que debía adoptar su Iglesia, y describe las doctrinas gnósticas que niegan la resurrección de Cristo y rechazan la autoridad sacerdotal.