Persona, libro fundamental entre los escritos sobre la violencia política y la memoria histórica en Latinoamérica, ofrece una reflexión sin parangón sobre la experiencia de los cuerpos sometidos al agravio y la vejación política, sobre la desaparición de sus rastros, y sobre la instrumentalización de la fuerza existencial que encarnan, por parte de las lógicas representacionales del arte, la literatura y las ciencias sociales. Por ello, Persona busca establecer un vínculo con lo real aferrándose a la materia que se descompone y diluye, a los puntos ciegos del testimonio, y a la insubordinación e hibridación de los documentos frente a su utilización como recursos para la construcción de narrativas épicas y heroicas. Asimismo, en un plano biográfico, Persona constituye una tarea historiográfica en la que lo personal se transforma en asunto social: donde la palabra y los recuerdos de un hijo de militantes de Sendero Luminoso —ante la imposibilidad de que los hechos «sucedieran de otro modo»— trabaja el lenguaje para restituir la envergadura de la experiencia en su radicalidad.
